Mi hermana y yo salimos por la puerta de nuestra casa, todavía me pregunto cómo puede llevar unas botas con ese tacón, ir tan rápido y no tropezarse. Para los pies yo me he puesto unas sabrinas.
-¿Dónde vamos?
-Está aquí cerca- dice sin responder a mi pregunta, aunque no las suele responder.
Todavía estoy a tiempo de arrepentirme, de darme la vuelta y quedarme en casa; mi cerebro dice que vuelva pero mis pies caminan sin consultarle. Tal vez porque el corazón no le diga lo mismo.
Se nota que estamos llegando, porque un ruido estridente de música a todo volumen llega a mis oídos.
Entonces, veo una escena que me deja pasmada: gente apelotonada intentando bailar entre el barullo, y otras cuántas personas que están bebiendo. ¿Cómo se puede soportar tanto escándalo?
-Me voy a bailar- dice mi hermana gritando para que la pueda oír-. ¿Te vienes?
Niego con la cabeza, me quedo fuera. Varias personas pasan por delante de mí para ofrecerme bebida pero les digo que no a todos con un: “Lo siento, no bebo”. Cada vez que digo eso la gente se me queda mirando con cara rara, que supongo que querrá decir: “Y entonces, ¿qué pintas tú aquí, niña?”.
Eso mismo me pregunto a mí misma, ¿qué pinto yo aquí? Debería haberme quedado en casa, gruñendo en silencio y viendo la televisión.
-¡Caro!
Es voz… es Lucas. ¡Es Lucas! Creía que no habría nadie que yo conociera.
-Lucas, hola- digo levantándome. Me alegro un poco de que haya alguien aquí con la que hablar.
-Hola. ¿Qué haces aquí?
Por mucho que pueda hablar con él, tengo que hacerlo a gritos, ya que la música se carga cualquier conversación.
-He… acompañado a mi hermana, a la fiesta, pero me he quedado aquí fuera porque no me gusta estar ahí dentro- digo mirando con desprecio el interior del local.
Aparece una chica por detrás de Lucas le rodea con sus brazos y le da un beso en la mejilla, después pronuncia un: “Hola, guapo”. ¿Quién es, su novia? Aunque, la verdad, se parece bastante a él: rubia, con los ojos verdes, aunque ella tiene el pelo más rizado que él.
-Clara, esta es Carolina. Carolina, este tornado de aquí es mi hermana, Clara- su hermana… me alivia de algún modo, aunque no sé por qué.
Nos saludamos con dos besos y empezamos a hablar.
-Qué, ¿te gusta ir de fiesta?
-Pues… no es mi afición favorita, pero si no hay mejores cosas que hacer….
-Pues, yo he traído a este a rastras. Le he jurado que no voy a hacer nada malo- dice mientras que se ríe-. Y aunque yo no bebo, se lo he dicho para convencerle.
La verdad es que, para ser ella más mayor que él, el parece ser el que tiene que poner los límites. Pero es una chica muy simpática, me ha caído bien, al igual que su hermano.
-¿Podemos alejarnos un poquito del barullo? Es que casi ni os oigo- lo raro es que esto lo dice Clara, la que, de los tres, más le gustan las fiestas; se ve que le caigo bien.
-Vale.
Nos alejamos de la fiesta, eso me deja un poco más tranquilo, porque no puedo aguantar tanto barullo.
Continuamos hablando, para conocernos mejor, nos reímos mucho, nos llevamos muy bien.
Llego a una conclusión: Clara no es tan mala chica como puede llegar a serlo mi hermana, es más, no veo que sea mala chica. Habla de que es una de las primeras fiestas a las que va, y que no suele ir porque no le gusta para nada mentir, y menos a sus padres. En cambio, Natalia intenta escabullirse en cuanto puede, y no tiene remordimiento alguno de mentir a nuestros padres. Además, ella siempre va de lío en lío, que me haya contado a mí, nunca ha tenido un novio que haya durado más de un mes. Ero Clara me ha contado que ella no ha salido con mucha gente, y que en realidad, ella lleva enamorada de un chico desde hace ya tiempo, y asume que no le gustan para nada lo de los rollos.
-Bueno, Carolina, al final sí que has resultado ser una buena chica para mi hermanito- me da un poco de vergüenza, y Lucas le dice unas cuantas cosas a Clara, que le da otro beso.
A veces me gustaría que yo y mi hermana nos lleváramos como Lucas y Clara; aunque sea imposible. Clara es llamada por sus amigos (supongo que también serán los amigos de Lucas) y se marcha despidiéndose de mí con dos besos.
-Bueno, me voy a mi casa, que no me gusta nada este ambiente.
La gente cada vez está peor: empieza a marearse y a vomitar por el alcohol, y la música cada vez está más fuerte y es más molesta.
-Te acompaño. Hay muchos pervertidos a estas horas- me río y nos vamos los dos juntos-. ¿Sabes? Me alegro que alguien me haya podido sacar de ese sitio, lo odio. Nunca había venido, pero me lo imaginaba un poco mejor.
-Yo también. Mi hermana me ha dicho que si quería venir, y yo todavía no sé por qué he aceptado.
-Tal vez porque sabías que te ibas a encontrar conmigo- dice riéndose.
-Sí, seguro que es por eso- bromeo después de darle suavemente en el hombro.
Llegamos a mi casa, me da las buenas noches y yo me despido, la verdad es que me lo he pasado mejor de lo que me lo imaginaba, y eso que no he hecho prácticamente nada en la fiesta.
Abro la puerta, aunque no necesito llave, ya que se ve que Natalia se ha dejado la puerta abierta, subo por las escaleras y voy directamente, pero hay algo que me interrumpe el paso: la mirada enfadada de mi padre.
-¿Se puede saber dónde estabas? ¿Y tú hermana?
Muestro cara de enfadada, aunque mi propósito se ha cumplido: les he llamado la atención a mis padres; aunque me molesta que sólo se fijen en mí cuando hago algo malo. Nunca están ahí cuando algo bien.
-Nos hemos ido de fiesta- digo tranquila, es lo que suelo hacer, mostrar tranquilidad aunque sepa perfectamente lo que me espera.
-¿Y me lo dices así? ¿Pero estás loca?
Aparece mi madre por el pasillo.
-No te pongas así- con que ahora me defiende, ¿eh? ¿No es un poco tarde?
-¡¿Que no me ponga así!?-dice más enfadado aún-. ¡Se han ido de fiesta, Laura, joder! Con alcohol, personas desconocidas y cosas peores.
-¿Os parece bien lo que estáis haciendo?- pregunto, enfadada más que los dos juntos-. Por primera vez en dos años os preocupáis por el bienestar de mi hermana y mío, ¡dos años! Pero lo único que sabéis hacer últimamente es discutir y más discutir. ¿Por qué creéis que he ido a esa puñetera fiesta? Para que os oyera preocuparos por alguien más que no fuerais vosotros. ¡Os habéis perdido prácticamente dos años de mi vida! Si me conocierais de verdad sabrías perfectamente que yo no bebo, y que nunca me iría con alguien desconocido- empiezo a hablar entre sollozos-. ¿Pero sabéis quién me enseñó todo eso? Yo misma, porque vosotros estabais demasiado ocupados discutiendo- los dejo con la boca abierta, ni yo misma me creo lo que acabo de decir, las lágrimas caen por mis mejillas-. Buenas noches.
Me dirijo hasta mi cuarto limpiándome las lágrimas, mis padres no dicen ni media palabra, creo que les he dejado bien claro lo que siento, pero supongo que eso no hará que dejen de pelear.
Al decir que han perdido dos años de mi vida creo que no exagero, se distanciaron de Natalia y de mí en cuánto empezaron sus problemas, tal vez porque creían que así no nos haría tanto daño. Pues se equivocaban, porque estoy más dañada que nunca.
Me quito la ropa, hace tanto calor que decido dormir en ropa interior. Tal vez les haya hecho reflexionar, tal vez no. Ya me enteraré mañana de lo que habrá pasado con Natalia, aunque no es que me importe mucho, en realidad ahora mismo no me importa nada.
Mis ojos se van entrecerrando hasta que llegan a cerrarse completamente, estoy exhausta por todo lo que ha pasado hoy.
2 comentarios:
que maja es Clara :D y que bien que se haya encontrado con Lucas (L)
me da mucha penita que este asi con sus padres... pero al menos les ha dejado bien clarito lo que piensa...
Bsoos
Qué mal que sus padres discutan tanto...En serio, alucino por cómo escribes *-* Me he leído los caps. a la velocidad de la luz O.o. SUBE MÁS, POR FA! 8D
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